Los datos no se pierden ni en la basura

 

Cuando navegas por internet, a muchas de las páginas que visitas no les vale solo cuánto tiempo pasas en ellas. Quieren saber y saben de dónde vienes, dónde clicas, desde qué dispositivo accedes y a dónde vas después. Y esto no pasa solo con las páginas web. La revolución del dato implica que prácticamente todo lo que pasa a tu alrededor puede ser monitorizado. Los supermercados pueden saber cuánto tiempo pasa un usuario en cada pasillo, los bancos conocen tu historial de compras y diversas corporaciones saben cuánto tiempo pasarás en un atasco aunque elijas coger la ruta más rápida en hora punta. En este contexto, no te extrañará que se pueda sacar información valiosa de lo que tiras a la basura.

Antiguamente los fabricantes conocían la vida de sus productos hasta su llegada a las tiendas donde eran comercializados. Después de este momento se desconocía qué tipo de consumidor los compraba, dónde eran consumidos, cuándo, cómo, etc.

Toda esa falta de información suponía que antiguamente no se tuviera conocimiento sobre los patrones de consumo de la población, lo que conllevaba pérdidas económicas asociadas al tamaño incorrecto del embalaje, el uso innecesario de plásticos, la experiencia desconocida del consumidor, etc.

Sin embargo, cualquier producto que se elimina lleva información valiosa sobre su uso: por ejemplo, el lugar exacto donde se desecha proporciona información valiosa sobre dónde el consumidor prefiere usar el producto y, por lo tanto, conocer dónde hay que enfocar los esfuerzos de ventas.

La startup TeknTrash viene a llenar esta pérdida de datos, ellos quieren ser el Facebook de la basura. Su tecnología es capaz de reconocer los productos en los lugares de eliminación y hacer coincidir su historia desde la misma tienda en la que se vendieron, lo que proporciona la historia de 180 grados que falta. Para conseguirlo recurre a algoritmos de aprendizaje automático para reconocer productos en las plantas de reciclaje y entregar al fabricante información valiosa sobre su consumo.

Con este fin, la tecnología de TeknTrash ha desarrollado una serie de tecnologías para recuperar esta información perdida desde cualquier ubicación de eliminación, y la llamó FullCircle. Esto se basa en un sistema de identificación de dos etapas que emplea GAN – Generative Adversarial Network para aumentar el reconocimiento. Esto resuelve el problema de identificar productos que generalmente son piezas rotas, sucias, faltantes, etc., ya que la tecnología restaura de manera efectiva los datos faltantes que ocurren cuando una imagen no es muy clara.

La compañía desarrolla una tecnología de identificación de imagen que permite recuperar datos. Cuando un objeto va a la basura suele estar sucio o le puede faltar algún trozo. La capacidad de entender esta información para un algoritmo queda mermada, porque se entrena con productos limpios. El sistema de TeknTrash está diseñado para recuperar la imagen original.

“La idea consiste en poner una videocámara a filmar la correa por la que pasa la basura en un centro de reciclaje y que, a medida que los productos pasan por ella, el sistema los identifique”, señala Costa. “Nuestros clientes tendrían un área online donde ver en qué basurero se han vertido sus productos y toda la información complementaria que les podamos brindar”.

En esto, FullCircle se centra inicialmente en dos oportunidades de datos principales: la pérdida de datos que ocurre en los centros de reciclaje y en las máquinas expendedoras inversas.

En los centros de reciclaje, FullCircle emplea un servidor especializado que escanea los productos a medida que pasan por la cinta transportadora y registra su paso en una base de datos. Esto permite una gran cantidad de datos debido a la gran cantidad de residuos que se tratan en estos centros, pero de menor calidad y capilaridad debido al hecho de que dependen de los contenedores y camiones que realizan una ruta.

De momento, TeknTrash está empezando. En la startup trabajan cuatro personas y se encuentran en una fase de búsqueda de financiación. En estos momentos, TeknTrash está en proceso de firmar una LOI con una importante empresa de reciclaje en Madrid para implementar un servidor en su centro de reciclaje en Colmenar Viejo como un banco de pruebas para implementar en sus más de 90 centros de reciclaje distribuidos por toda España.

En las máquinas expendedoras inversas, FullCircle implementa estas máquinas en ciudades, centros comerciales, campus, supermercados, eventos, etc., muy parecidos a los que son comunes en países como Dinamarca, Finlandia, Noruega, etc. Aquí, los usuarios registrados tiran su basura, que está convenientemente segregada, atendiendo a si son plásticos, vidrio, papel, etc. e identificado. Este modelo ofrece datos mucho más capilares, ya que puede señalar el uso de un producto en un hogar o incluso en un individuo, pero debido a la menor capacidad de estas máquinas, la cantidad de datos es mucho menor que con el otro modelo.

«Queremos ser el Facebook de la basura. O sea, así como éste usa una serie de técnicas para poder así conocer los gustos del consumidor y venderles productos de manera más productiva, queremos saber esos mismos gustos por la basura. Esta puede ser a nivel de empresa, región, barrio, o hasta el consumidor mismo: dependiendo de la tecnología que empleemos. Pero de manera general, si hay basura, esta es nuestra. Y con el factor añadido de que no existen problemas de GDPR y privacidad aquí. Al final, si has literalmente tirado tus datos a la basura debe de ser porque no te importan mucho!«, dice Álvaro Costa, CEO de TeknTrash.

TeknTrash se define como una empresa que recicla datos, aunque sería más acertado decir que analiza los datos de lo que nosotros reciclamos. Mediante algoritmos de aprendizaje automático, la compañía reconoce los productos que llegan a las centrales de reciclaje para otorgar a sus fabricantes información que les pueda ser de utilidad sobre su consumo.

“Un fabricante puede utilizar envases de plástico porque no sabe cuánto tiempo tardará su producto en ser consumido. Si descubre que se consume en pocos días desde que lo vende, puede recurrir a otros materiales”, indica Álvaro Costa, CEO de la compañía. “Y ya no es solo una cuestión ecológica, sino también de costes: si puede usar un paquete más barato, lo hará”.

Información sobre la fecha de fabricación o consumo preferente de un producto, su estado o el centro de reciclaje en el que ha sido encontrado nos pueden dar pistas sobre el tiempo que hemos tardado en consumirlo, si le hemos dado un uso intensivo o en qué barrio ha tenido más éxito.

Aunque la compañía todavía tiene su proyecto en una fase muy inicial, no deja de sorprender el nicho que ha encontrado y la original manera que ha elegido para explotarlo. Costa asegura que no han encontrado empresas que puedan considerar competencia y está convencido del potencial de TeknTrash. “La basura tiene una historia que contar y nosotros queremos escucharla”, sentencia.

Silvia Díaz

Consultora/Auditora Sistemas de Gestión de Calidad y Medio Ambiente. DPD-DPO.